atardecer en lapa rios

9 experiencias en Costa Rica que promueven la relajación y el rejuvenecimiento

Aryana Azari

Claro, has escuchado la frase de “pura vida” en el contexto de Costa Rica, pero tal vez no entiendes lo que quiere decir... aún. Estas palabras abarcan mucho más que su sentido literal. Cada tico (costarricense) que encuentras tendrá una manera levemente diferente de verlo, pero en lo esencial “pura vida” es una filosofía de disfrutar la vida a lo máximo – pero también de una manera tranquila, para que puedas estar presente en cada momento.

Estas palabras se usan para saludar, despedir, exclamar, agradecer o para mostrar satisfacción. Casi se trata de un sistema de creencias. Piénsalo como un recordatorio para relajar y quitarte el estrés, ya que, en Costa Rica, no te faltan opciones para hacerlo. Estas son las mejores maneras de cuidar tu cuerpo, mente y alma y vivir en el momento, aún en esta época de distracciones digitales.


1. Saborear los centenares de frutas y verduras que Costa Rica te ofrece.

Costa Rica es un país de un poco más de 51.000 kilómetros cuadrados que alberga selvas tropicales, manglares, bosques lluviosos y costas – estamos hablando de 12 zonas climáticas en un país de este tamaño. Se cosechan centenares de frutas y verduras en este país, lo cual significa que refrescos naturales (hechos con de agua o leche) están siempre en el menú y los mercados tienen un suministro constante de frutas y verduras frescas para ser usadas en una típica receta tica.

Verás frutas conocidas como la papaya, el banano, la piña o hasta el maracuyá – pero no te vayas sin probar algunos de las opciones menos conocidas. Como la fruta del marañón, que viene de la familia de los mangos y está usada en un fresco parecido a la limonada. O el pejibaye, una verdura naranja con negro, una comida tradicional en la cultura indígena del país (no lo puedes comer crudo, pero cocinado con mayonesa es toda una delicia).


2. Bañarte en lodo volcánico.

Las aguas termales de Costa Rica provienen directamente de sus múltiples volcanes, por lo que son ricas en minerales y llevan bastante lodo volcánico. Los baños en estas mezclas de agua y lodo son una tradición que se remonta a siglos atrás. El lodo está repleto de azufre, zinc y magnesio; se supone que todos estos minerales tienen beneficios importantes para la salud. El zinc y el magnesio pueden aliviar las inflamaciones de la piel y las articulaciones, y el azufre ha sido usado para tratar la irritación cutánea (algunos dicen que también frena el proceso de envejecimiento).

Te encontrarás aguas termales en todo Costa Rica, pero uno de los mejores lugares para buscar es cerca del Rincón de la Vieja en Guanacaste. Es el volcán más grande y más activo en la provincia y alcanza unos 1.916 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con unos nueve cráteres, con un monitoreo permanente para asegurar la seguridad de los visitantes. Así que su única preocupación será de llevar tu traje de baño y encontrar todas las aguas termales que puedas.


3. Aprender sobre el cacao a través de ceremonias tradicionales.

El grano de cacao está lleno de magnesio, calcio y antioxidantes y se considera que tiene beneficios cardiacos. Para experimentar sus beneficios de salud en persona, podrías simplemente comprar una bolsa (la mayoría de los mercados en el país lo venden). Pero es mucho más gratificante participar en una ceremonia de cacao, en la cual te sentarás en un círculo con otros apasionados del cacao mientras un guía circula con una bebida ceremonial hecho a base de granos de cacao hervidos y colados.

Y luego viene la mejor parte: prepárate para corear, cantar y tocar instrumentos, así como afirmaciones positivas y mucha reflexión. Y ¿al final? Tendrás un sentimiento parecida a la que sucede después de una sesión relajante de meditación... combinado con el efecto estimulante de un buen café. En fin, el paraíso.


4. Diciendo namaste con los aficionados.

El yoga podría ser la manifestación física más perfecta del “pura vida”. Te pide enfocarte en el momento actual, mientras dedicas tu energía mental y física para cada posición. También te enseña respeto por tu cuerpo y tu entorno. Es una de las actividades que más define “Costa Rica”: por eso hay tantos retiros de yoga y clases en este país que no necesariamente tienes que reservar con tiempo – puedes buscarte algo cuando llegas. Puntarenas, Montezuma, Tamarindo, Santa Teresa, Nosara y Puerto Viejo son zonas especialmente favoritas para ello.

Los retiros tienden a ser de varios días, incluso de varias semanas. No sólo harás bastante yoga, sino que también vas a meditar, asistir a charlas y comer comidas orgánicas que te preparan todos los días. Si no quieres el compromiso de un retiro, puedes asistir a una clase o reservar una sesión privada con un instructor. Hay muchos estudios de yoga, pero las clases también se realizan afuera, incluso en la playa.


5. Experimentar un tratamiento con piedras volcánicas.

Los masajes con piedras son uno de los tratamientos más populares en Costa Rica, en los cuales piedras negras volcánicas – que son muy buenas para retener el calor – son calentadas y puestas en tu piel. Estas piedras generalmente se calientan en agua con temperaturas entre 50 y 65 grados y la masajista las aplica en conjunto con el masaje. El calor expande los vasos sanguíneos, promoviendo así la circulación. Esto, en combinación con el peso de las piedras, tiene el efecto de transportación al modo de relajación intensa.

Consejo profesional: Montezuma es conocido por sus tratamientos de spa – ¡especialmente porque los puedes disfrutar al aire libre!.


6. Simplemente viendo el atardecer.

Los atardeceres en Costa Rica son gloriosos en cualquier época del año, pero los mejores tienden a pasar a finales de agosto o a inicios de mayo, cuando la estación seca termina y empiezan las lluvias. La calidad de un amanecer o atardecer depende de qué tan limpio esté el aire, y las primeras lluvias limpian las partículas de la atmósfera. ¿El resultado? Los colores del sol arden más brillante.

Playa Tamarindo es uno de los mejores lugares para observar el sol mientras va bajando. Las vistas extensas del mar hacen una perfecta imagen reflejada. Para un lugar más aislado, prueba Playa Junquillal. Como está cerca del ecuador, el atardecer en Costa Rica tiende a ocurrir a las 5:30 p.m. – así que es importante fijarte para que no lo pierdes.


7. Arrojar tu línea de pesca en el mar abierto.

Aunque Costa Rica es pequeño, está rodeado por dos mares y hay una gran red de lagos y ríos en tierra. Tiene acceso a ambos lados del mundo – así que, si aún no te has puesto a pescar, a lo mejor sólo estabas esperando llegar aquí. Los profesionales dicen que el pacífico es ligeramente mejor, ya que tiene fama por sus marlines azules y negros, peces vela y dorados, con una temporada que dura casi todo el año, de noviembre a septiembre.

Al alquilar un barco de pesca deportiva, estarás en mar abierto, sintiendo el balanceo suave de las olas, viendo el atardecer mientras arrojas la línea nuevamente. (eso sí, tienes que dar con las aguas correctas, como las que están por Quepos y Manuel Antonio). Si logras captar uno será un esfuerzo enorme, pero hay pocas cosas más auténticas y rejuvenecedoras que atrapar tu propio pez.


8. Quedarte en un eco-lodge.

Costa Rica ha sido reconocido a nivel mundial como pionero en materia de sostenibilidad. Fue aquí donde nació el Programa de Certificación para la Sostenibilidad Turística, el sistema aprobado por la ONU que califica a los negocios respecto a su manejo de los recursos sociales, culturales y naturales. La idea es motivar a los negocios, así como los turistas, a tomar decisiones basadas en su huella ambiental.

Gracias al enfoque nacional en sostenibilidad y ecoturismo, los eco-lodge están ya en todas partes. Muchos se han construido con materiales de construcción reciclados (por ejemplo, madera de árboles recién caídos) y normalmente funcionan con por energía solar y otra energía renovable. Los ecolodge están normalmente fuera de los poblados, en bosques, valles, en las montañas o en las laderas de los volcanes, pero si bien existen las casas remotas en las cimas de los árboles,
también hay lugares donde el acceso es más fácil.


9. Caminar hacia la relajación en uno de los mejores parques para los animales.

El Parque Nacional Manuel Antonio tiene un tamaño pequeño por ser un parque nacional: con menos de 2.000 hectáreas, mide alrededor de seis veces más grande que el Parque Central en Nueva York. Sin embargo, compensa su tamaño con la gran biodiversidad que tiene, con más de 100 especies de mamíferos y casi 200 especies de pájaros que viven dentro de este paraíso pacífico.

Hay varios senderos para explorar, pero el más grande es el de Punta Catedral. Detente en alguno de los miradores e intenta avistar todos los animales que puedes – como el mono tití, una especie que sólo se encuentra en Manuel Antonio y Corcovado, y el tucán diostedé. Se recomienda empezar lo más temprano posible en el día para avistar a los habitantes de la selva mientras se despiertan. Luego de tu caminata, simplemente acuéstate en una de las cuatro playas del parque y absorbe algo de vitamina D. ¡Eso sí es pura vida!.


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