No son todos los días que ves al agua cambiar de color. Pero si visitas el Parque Nacional del Volcán Tenorio, que se extiende sobre las provincias de Guanacaste y Alajuela en el norte del país, es exactamente lo que verás.

Hay cualquier cantidad de actividades dentro del parque, como caminar por bosques de color esmeralda y avistar aves. Pero lo esencial es dar una vuelta por Río Celeste. Sus aguas fluyen por todo el parque y forman dos entornos inolvidables. El primero es una catarata (en la foto de arriba), pero de ahí deberías sin duda seguir en el sendero hasta Los Teñideros. En ese lugar verás dos ríos de aguas claras que se encuentran y sus colores combinan para hacer un color celeste hermoso, del cual el río recibe su nombre.

Deja por fuera los restaurantes de lujo. Deja todas las listas en línea de los “10 mejores” que promocionan a los turistas y anda a una soda. No, no se trata de una gaseosa – las sodas son los restaurantes locales de los ticos (gente de Costa Rica), donde todo mundo está bienvenido.

A veces son estilo buffet, a veces tienen un menú. Una soda típica te va a ofrecer entradas, platos típicos, pastas, arroces y platos fuertes con varios tipos de carne. Dos de los platos más populares son el casado y el gallo pinto. El casado consiste en un plato sencillo de arroz blanco, carne, frijoles y plátanos fritos, mientras que el gallo pinto es un plato de arroz y frijoles que es el plato más típico del país.

Todo Costa Rica alberga a una vida silvestre sorprendente, pero el Parque Nacional Corcovado, ubicado en la Península Osa, es uno de los lugares con más biodiversidad en todo el planeta.

Fundado en el 1975, abarca un área de unos 425 km2 y cuenta con más de 450 especies de aves, 140 de mamíferos y cientos de cientos de plantas. Entre los animales que se ven con frecuencia se incluyen guacamayas, monos cariblanco, dantas y osos hormigueros. Gatos silvestres, también pasan por la zona – jaguares, pumas y ocelotes. Es menos común encontrar uno de estos, pero es probable que verás las huellas que dejan.

Situado sobre la división continental de Costa Rica, la Reserva del Bosque Nuboso Monteverde tiene una altura de unos 1.420 metros sobre el nivel del mar. Las ramas de los árboles más grandes atrapan la espesa neblina y la humedad baja hacia el piso, dando un aspecto ‘nuboso’ a la zona y alimentando un ecosistema diverso y fértil. Mientras caminas por los senderos, sentirás la diferencia en las alturas, los cambios de temperatura y la transformación del paisaje.

La mejor manera de experimentar Monteverde es deslizándose por canopy – así se llaman a las tirolinas en este país – que te llevan por las copas de los árboles. Hay muchos parques de aventura dentro de la reserva del bosque que ofrecen paquetes de canopy, pero una buena opción es tirarte por el más largo de todos: uno de 1.000 metros.

Otra manera de atravesar el Bosque Nuboso de Monteverde es por una red de puentes colgantes, que puede ser tan emocionante como tirarse del canopy. Hay seis puentes en total (de los cuales el más grande mide unos 300 metros), que tienen una distancia total de casi dos kilómetros y medio. Es una aventura de verdad pasar por todos los puentes, el recorrido puede durar hasta dos horas.

Al final conocerás las copas de estos árboles como la palma de tu mano. Y para divertirte, ¿cuántas especies de orquídeas puedes identificar? Hay más de mil cuatrocientas respuestas posibles.

A sólo unos 25 kilómetros al este de la capital actual, San José, Cartago le sirvió de capital al país durante la época colonial. Por ello, en el Cartago de hoy en día, encontrarás muchos edificios significativos y otros sitios históricos de interés, algunos de los cuales han sido cuidadosamente restaurados y preservados, como es el caso de la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles.

Algunos de los otros te podrán enseñar las consecuencias de frecuentes desastres naturales – los terremotos y las erupciones del cercano Volcán Irazú, han dejado a muchas estructuras históricas en ruinas. Pero de cierta manera, esto les hace aún más interesante para explorar. Con muchas opciones para explorar el pasado en Cartago, la cuidad te da una gran oportunidad de descansar entre tus aventuras llenas de adrenalina mientras tienes una excursión memorable.

El viaje es una experiencia de aprendizaje, ¿no? Así que, ¿por qué no intentas algo que será probablemente bastante difícil al inicio, pero muy gratificante cuando ya lo logres? Experimenta las costas ricas de Costa Rica, metiéndote al agua, preferiblemente en una tabla de surf.

Dominical, un pueblo de playa en la provincia pacífica de Puntarenas es uno de los mejores lugares para actividades en el agua como el surf. Es un lugar reconocido en todo el mundo por sus olas, donde llegan surfistas de todo el mundo para experimentar el oleaje. Al caminar por el pueblo encontrarás varias tiendas que te ofrecen lecciones de surf con instructores de la zona. Las condiciones pueden llegar a ser duras, pero siempre está la opción de ir a Dominicalito, una playa más tranquila al lado de la playa principal.

Costa Rica tiene más de 200 formaciones volcánicas. De ellos, seis se consideran como volcanes activos – el Arenal, dentro del Parque Nacional Volcán Arenal en la provincia de Alajuela, es uno de los más emocionantes. Aunque se conoce como uno de los volcanes más activos en todo el mundo, está descansando ahorita (lo cual es común incluso para los volcanes activos).

Cerro Chato, un volcán más pequeño al sur del Arenal es el que se puede escalar. Aunque no es tan alto (1.140 metros en vez de los 1.670 del Arenal), sigue siendo un reto grande que te recompensa al final con una laguna preciosa color verde. El acceso al sendero es a través del Arenal Observatory Lodge o la Catarata La Fortuna. Ambas rutas están repletas de vida silvestre y verás como el terreno va cambiando de selva tropical en las bajuras al bosque nuboso en las alturas. Con suerte lograrás avistar un coati un mamífero en la familia de los mapaches. También hay muchas epifitas con flores bien parecidas a las orquídeas, pero que no las son.

El rafting es una de las experiencias de aventura por excelencia de Costa Rica. Según el lugar y la época, puedes escoger el nivel de dificultad basada en la experiencia que tienes, las edades de tus compañeros de viaje y si estás buscando una experiencia extrema. Los mejores lugares para hacer rafting son los Ríos Pacuare, Balsa, Turrialba y Toro.

Independientemente del lugar que escojas, el rafting es una actividad fantástica para hacer en grupos donde llegarás a sentir una camaradería fuerte por los miembros de tu equipo, aun si empezaran como extraños. Y ¿el ejercicio? ¡Claro!.

Cerca de Parque Nacional Volcán Arenal (en la provincia de Alajuela) se encuentra la catarata La Fortuna, que mide unos 61 metros. Una vez que logras terminar la caminata de 20 minutos para llegar a la catarata, verás el torrente de agua que cae hacia la piscina de abajo. Sólo eso valdrá la pena.

Pero ¡hay más! Y eso, porque a alguien se le ocurrió algo muy genial. Un columpio de cuerda te da la posibilidad de balancearte en el aire y saltar en las aguas. Montarte, salir volando, repetir. Si eso te parece demasiado arriesgado, también hay tours que te dejan descender en rapel por el lado de la catarata.

Hay pocos lugares en el mundo que te dan tanta variedad en cuanto a playas. Puedes escoger entre la costa pacífica o el caribeño (o ¿por qué no las dos?) y luego tienes un sinfín de opciones a lo largo de cientos de kilómetros en ambas costas. Donde sea que estés, las mejores playas nunca están lejos.

Aquí unas opciones para que empieces: Playa Conchal, Playa Avellanas y Playa Grande, tres destinos arenosos en el lado pacífico. Ahí en el Caribe, busca Playa Bonita y Cahuita – ambas de renombre, ambas “bonitas”.

Tal vez ya no te interesa lo normal cuando te hablan de playas. Para resolver esto, puedes irte a Puerto Vieja de Talamanca en el Caribe y buscar Playa Negra, un lugar fiel a su nombre. Con arena negra que proviene de depósitos volcánicos, la playa tiene un alucinante color carbón. Es recomendable visitarla en un día cuando hace menos calor o bien, llévate un buen par de zapatos (o haz ambas cosas), ya que el efecto del sol en la arena negra la hace muy caliente para los pies descalzos.

Consejo profesional: De hecho, Costa Rica tiene varias playas de arena negra, aunque la arena de algunas es más negra que en otras. En esta clase de playas encajan Playa Negra en Los Pargos, Playa Panamá, Playa Hermosa y Pavones.

Con una altura de 3.820 metros, el Cerro Chirripó es la montaña más alta de Costa Rica. Debido a la abundancia de ríos y lagos en la montaña, su nombre significa “tierra de las aguas eternas”. Puedes escalar la montaña con un permiso de la oficina del Parque Nacional Chirripó en San Gerardo de Rivas. Desde el inicio del sendero oficial, es una caminata de 19.5 kilómetros hasta la cumbre.

La caminata conlleva una subida en altura de unos 1.5 kilómetros, así que te espera un reto. También te espera un recorrido por varios ecosistemas, con sus páramos, una especie de llanos sin árboles, en las partes más altas. Hay zonas de descanso en el camino, aunque la última está a dos horas de la cumbre. Y ¿la vista? Vale la pena totalmente.

Búscate una merienda o algo para llevar a casa en la feria, un mercado semanal donde encontrarás a gente vendiendo frutas y verduras exóticas, así como quesos, repostería y souvenirs. Están en todas partes, pero la de Plaza Víquez los sábados en San José y la de Santa Ana en la Avenida Central con Calle 1 están dentro de las más variadas. Los vendedores ponen sus puestos desde las 6 de la mañana y ya a la 1 de la tarde la mayor parte de los productos habrán sido vendidos y la multitud se habrá ido.

Todo lo que se compra proviene de la zona, así que sus compras apoyan a las comunidades locales de alguna forma. Más que en casi cualquier otro lugar, es uno de los mejores lugares para experimentar la cultura local. La mayoría de la gente que verás caminando por los puestos son ticos, buscando alimentos para sus restaurantes o para la casa.

Playa Pacuare tiene una extensión de unos 7 kilómetros, pero más impresionante que el tamaño son sus visitantes temporales: tortugas laúd, carey y verde. La temporada de anidación de las tortugas es entre mayo y octubre, según la especie. Si la visitas durante la época correcta, puedes ver a cientos de tortugas madres saliendo del Mar Caribe para poner sus huevos, o, más tarde, las tortugas bebés naciendo y caminando hacia el agua.

Para planear su visita cuando hay una probabilidad mayor de ver un nacimiento, contacta a unos de los programas de conservación locales. Podrías incluso trabajar como voluntario para tener una mirada de cerca. Pero sin importar lo que hagas, asegúrate de seguir las instrucciones para dar a estos animales – y su preciosa zona de nidificación – el respeto que merece.