10 maneras increíbles de experimentar la verdadera cultura de Costa Rica
Tyler McCloskey
Podrías haber escuchado a viajeros que llaman a Costa Rica como su “pequeño rincón del Edén”. Si ya antes has estado aquí, lo entiendes, y si no, lo entenderás. Este es un lugar 100% real y refrescante como ningún otro lugar – si eres un visitante experimentado, la próxima vez que cruces fronteras encontrarás a nuevas personas, conquistarás nuevos retos, te encontrarás con vida silvestre que nunca hayas visto y tal vez al regresar vas a estar rejuvenecido tú también.
Aunque la lista siempre esté creciendo, ve estas 10 maneras seguras de mejorar tu viaje a la tierra del pura vida.
1. Toma el tiempo de viajar por tierra.
Cuando llegas a Costa Rica, a veces lo más fácil después de aterrizar en el aeropuerto internacional de San José es pagarte un shuttle o una avioneta para llegar directamente a tu destino final. ¡No lo hagas! Si quieres tener una idea real de lo que contienen estos paisajes frondosos, sentir los valles con perfume a piña y orquídea, para tener vistas que se extienden hasta el mar y más allá, tienes que viajar al paso, por carretera.
La cosa es sencilla: alquila tu propio carro (para los espíritus aventureros se recomienda un 4x4), enciende el GPS y ¡ahí va! No hay mejor manera de conocer un lugar que trazar las líneas en el mapa con las manos al volante. Cabe mencionar que siempre te encuentras a gente interesante en el camino y tendrás memorias más duraderas en el camino menos pisado.
2. Déjate saborear la gastronomía de Barrio Escalante, el Brooklyn de Chepe
No que todos los nuevos lugares modernos de Barrio Escalante suenen con ser como los de Brooklyn, pero la comparación te dará una idea de lo que tienes que esperar – con un sabor fuertemente tico. En este distrito de San José, la gente creativa se toma un café (que seguramente es mejor que lo que tiene Brooklyn), lugarcitos escondidos venden obras de arte increíbles y la comida y cerveza artesanal están reformulando el panorama gastronómico del país.
Así que cuando aterrizas en San José, no te vayas tan rápido. Déjate experimentar la ciudad. Las playas siempre estarán ahí para cuando las necesitas.
3.Camina por el Mercado Central de San José
Para una introducción cultural en ticolandia, un buen guía es el Mercado Central en el centro de San José. Encontrarás de todo, desde productos frescos y orgánicos hasta ropa tradicional y una heladería que ha sobrevivido vendiendo un único sabor (una mezcla de vainilla, canela y otras especias secretas) durante más de 100 años. Además, tendrás una verdadera lección de historia si tomas el tiempo de pasar por los callejones y rinconcitos que este laberinto comercial te ofrece.
No te olvides de tomar un asiento – o bien, un taburete – en uno de los múltiples puestos de comida. Las pistas para llegar a la mejor comida será una gran cantidad de gente y una cocina con mucha actividad – esto significa que la comida es fiable y no tendrás que esperar mucho tiempo. Más que todo, te recomiendo un café con leche o chocolate caliente con una chorreada, una especie de panqueque con bordes crujientes que se sirve con natilla, o crema agria. ¿Te suena raro? Prepárate para agradecerle al cocinero.
4.Toma una clase de idiomas.
No puedo dejar de destacar como te ayuda el aprender un idioma a la hora de viajar. Para los lectores no hispanohablantes: verán como te abre las puertas de comunicación – ir más allá de pedir la comida en español – te va a beneficiar mucho en tus experiencias de viajar. Pero también se trata de ventajas mutuas – mejorarás la experiencia de la gente local con la que interactúas, en este país donde el turismo es un motor del PIB. Te garantizo recibirás más sonrisas.
Y si nunca has tan siquiera intentado aprender español, date una oportunidad. He escuchado a gente que empezó diciendo “gra-see-yas” aprender tan rápido que tuve que consultar mi libro de 501 verbos en español para poder seguirlos.
5.Practica esta receta: meditar, hacer surf, repetir.
Las dos cosas que más ama mi esposa sobre Costa Rica son: “lo intacta que está su naturaleza y lo fácil que es encontrarte una playa donde no hay una multitud con sillas de playa y sombrillas de playa”. Yo estoy completamente de acuerdo. Pacífico, caribe: no importa – las aguas de Costa Rica son más calmantes que cualquier retiro de yoga que te puedes imaginar (aunque retiros también hay, y son increíbles).
Si ya estás convencido y buscas una nueva religión en estas aguas, el surf es para ti. A la mayoría de la gente las aguas los conquistan de manera inmediata, ya que al país no le faltan playas protegidas, con condiciones que varían desde principiante hasta avanzado. Si estás probando tu primera ola o si ya vas por la Salsa Brava, el surf es una buena manera de conocer gente de la zona y aprender cosas interesantes sobre la vida diaria.
6.Experimenta personalmente el gran refugio de vida silvestre que es Costa Rica.
Una cosa que verás en Costa Rica es la reverencia que tiene el país para todo lo natural. No se trata sólo de una economía enfocada en ecoturismo — es que han cuidado tanto al ambiente natural que ha pasado a formar parte de la identidad tica.
Verás rótulos para cruces de iguanas, puentes para que los monos crucen las carreteras y montones de legislación que comprueban la dedicación de la nación a la conservación. Aquí, no se considera la naturaleza como un recurso, sino como una pasión. Una vez que sabes esto, verás a pistas en todo lado.
7.Matricúlate en una clase de cocina.
Si tienes más de dos papilas gustativas, hazte el favor de conocer el paisaje gastronómico de Costa Rica. Muchas veces, la gente quiere ver un destino, sentirlo, oírlo. Pero hay tanto que tus otros sentidos pueden hacer por ti. ¡Degusta el lugar! ¡Huélelo tan profundamente que lo sientes en tu cabeza!
Si se trata de un curso de comida caribeña (donde aprenderás a hacer guisos picantes de mariscos o el famoso “agua de sapo”) o una clase con un tostador de café o fábrica de queso en las montañas, los receptores de sabor en tu cerebro se iluminarán como un espectáculo de fuegos artificiales. Y ¿tu comprensión del lugar? Será aún más profunda.
8. Visita una (o varias) de las comunidades indígenas de Costa Rica.
Uno de los lugares que menos visitantes recibe en de todo el país está situado en la cordillera de Talamanca en el sur del país. La mayor razón de esto es la falta de infraestructura – ahí no encuentras muchos caminos. Sin embargo, este es uno de los paisajes más prístinos que encontrarás en cualquier lugar, sin los efectos del turismo en masa. Y ¿lo de no tener caminos? Ahí te las ingeniarás.
Si el surf no te da la dosis de naturaleza que querías, una visita a una comunidad indígena en la zona sur lo hará. Ahí están varios pueblos: Cabécar, Bribrí, Boruca, Térraba, Guaymi – en varios pueblos de la zona. Mientras vayas con respeto serás bienvenido.
9. Apúntate a una mejenga.
Sería difícil exagerar sobre la importancia de un sencillo partido de fútbol en Costa Rica. Para apuntarte a una mejenga – así se le llama al partido en Costa Rica – es así de sencillo: 1) Camina hacia la cancha de fútbol más cercana; 2) Sonríe y conversa amablemente; 3) Juega todo lo que quieras y haz nuevos amigos. Esto no va a ser una historia que olvidas de contar cuando regreses a casa.
Compartir la pasión nacional te abrirá puertas a la cultura tica más rápido que cualquier otra cosa. Si demuestras un poco de amabilidad, se te devolverá la misma cien veces más. Una sonrisa recibe otras sonrisas.
10. Conoce el “grano de oro”.
¡Hemos guardado lo mejor para el final! Si sabes que Costa Rica es “la tierra del pura vida” o que no tiene ejército, ya es hora de aprender un poquito sobre su historia. Para empezar, Costa Rica es el país construido por el grano de oro – siendo este grano el grano de café, ¡por supuesto! El desarrollo histórico de este país se logró a través de la demanda masiva de su café: se construyó carreteras y puertos, y se enriquecieron los “barones del café”. Hoy en día permanece un país cafetero.
Disfruta de un café chorreado (una taza de café preparada a través de un filtro de tela), y verás el por qué. Para los que no son adictos al café, un buen recuerdo – en vez de la típica bolsa de café – es una bolsa de granos de cacao. Ahí tendrás la energía de una taza de café y entenderás por qué los indígenas han venerado este grano durante siglos. Tú también probablemente lo terminarás venerando.
Post Original: https://matadornetwork.com/read/10-awesome-ways-experience-true-culture-costa-rica/